La liga se ha acabado y famosa frase de Vujadin Boskov (“Futbol es Futbol”) es tan cierta ahora como entonces. En efecto, son once contra once, la pelota entra o no entra y…..hay un árbitro.
Para entender la labor arbitral hay que empezar por tener claro que existen dos tipos de árbitros: los que interrumpen el juego a menudo y los que “dejan jugar”. Los pertenecientes a este segundo grupo confían en el normal desarrollo del partido y permiten que los jugadores den lo mejor de si mismos, interviniendo solo ante situaciones extremas.
Claro que para que esto sea posible, es necesario que los jugadores practiquen el “fair play”. Quedan por tanto descartados los “piscinazos” de los delanteros, los defensas parte-piernas etc.
El Coach o gestor de una sesión de coaching, tiene una actuación similar a la del árbitro “no tarjetero”. Su misión es la de abrir nuevas vías que , desde la libre expresión, permitan al coachee o cliente la identificación y posterior culminación de las metas que actúan como principio motor para él. Por tanto el coach también “deja jugar”.
Pero para poder seguir haciendo uso de esta metáfora futbolística es necesario recordar que el fútbol tiene sus reglas, reglas en las que el árbitro se apoya en el desarrollo de su función.
Siendo así ¿existe en el coaching una metodología que permite esquematizar el desarrollo de la sesión? En caso de que, en efecto, existiese tal metodología ¿significa esto que en el coaching existen reglas que marcan las pautas que rigurosamente ha de seguir una sesión?
No se puede hablar de la existencia de reglas estrictas en el coaching pero si de técnicas que permiten una cierta planificación de la sesión.
Me ha sorprendido muy gratamente el descubrimiento de la técnica ABC desde las páginas del manual “Coaching: paso a paso” (Mike Libling y Robin Prior, Gestión 2000, 2004). Se trata de una técnica que establece una relación entre el coach y el coachee desde la cual se haga posible la apertura de nuevos caminos que permitan alcanzar los resultados que ambos persiguen. Gira entorno a la ejecución secuencial de los pasos A, B y C cuya respectiva finalidad es:
A - Comprender la situación (se pretende describir la situación recordando lo que entorno a ella ha sucedido sin caer en la reexperimentación)
B - Comprender qué podría ser mejor (desde aquí se plantean todos los “qué” correspondientes a todos los objetivos deseados sin descartar ninguno por desconocerse el “como” alcanzarlo)
C - Comprender cómo podría ser mejor (finalmente, se invitará a la reflexión acerca de los “como” se le ocurre al coachee alcanzar esos objetivos. Este paso puede a su vez complementarse con la técnica llamada Feedforward, pensada para ayudar a encontrar “comos” cuya materialización se desconozca)
Desde cada paso se formulará una batería de preguntas personalizadas y orientadas hacia la especificidad de cada uno de ellos.
Mediante una prueba que, desde las páginas del manual anteriormente mencionado, se propone al lector, yo he probado conmigo mismo la validez de la técnica y os aseguro que funciona.
Por otra parte, si lo que buscamos es esquematizar las sesiones de coaching, se nos ofrece la posibilidad de aplicar el modelo alternativo GROW. GROW significa crecer y crecimiento personal es lo que se consigue para quienes a través de este modelo alcancen objetivos concretos en sus vidas. Pero en realidad el término GROW, en este caso, es una sigla fruto de la unión de las iniciales de las siguientes palabras:
G (Goal) -> META
R (Reality) -> REALIDAD
O (Options) -> OPCIONES
W (What,…) -> QUÉ, CUANDO….
Estas iniciales se corresponden con el número de pasos y la temática ha desarrollar para poder materializar una sesión con GROW:
1. Definir la meta que se desea alcanzar, siendo lo más específico posible sobre lo que se quiere obtener para, ante la duda, tener una idea clara de hacia donde se quiere ir.
2. Examinar la situación actual: desde el “hoy”, no pondremos en marcha de camino a la meta, por lo que se impone un examen minucioso. Las preguntas clave son: ¿dónde estoy?, ¿con qué cuento? y ¿qué me falta para lograr mi objetivo?
3. Evalúe las posibilidades: encontrar la mejor opción para lograr una meta de entre las múltiples que se encuentren por el camino. Nos quedaremos con la que más se ajuste a nuestras posibilidades o la que presente menos obstáculos.
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