“Lo que queda del día”
(The
Remains of the Day), película dirigida en 1993 por James Ivory incluye el que
posiblemente haya sido el mejor trabajo de un Anthony Hopkins,
magistralmente arropado, eso si, por una genial Emma Thompson. Se que apostar
por cual ha sido la mejor interpretación de Mr. Hopkins es sumamente arriesgado dado que estamos hablando de un actor que, aún haciendo un
secundario ridículo (por ejemplo, el que hace en la película del superhéroe
Thor, interpretando a Odín), está enorme.
Pero lo que me interesa comentar hoy es el trasfondo
político que da consistencia al guión. En la cinta, el mayordomo Stevens
(Anthony Hopkins), sirve a un Lord Inglés que, al igual que el resto de la aristocracia
británica, flirteaba con la alemania nazi antes de que se desatara el conflicto
bélico. Sin duda esa nefasta influencia ejercida desde las alturas, anestesió
al resto del país. Hablamos de una ceguera sobre la verdadera magnitud que el
peligro nazi representaba, la cual les condujo a una reacción tardía que pronto tendrían que lamentar. Pasear por Londres, aún hoy en día, es un
constante topar con testimonios de los impactos de las V2.
Pero la historia es cabezona. Tiende a repetirse del mismo
modo en que los seres humanos insistimos en no aprender las lecciones del
pasado.
Y es que ahora, de nuevo, el oso alemán ha extendido su
garra sobre Europa. No es una garra de uñas afiladas como entonces. No, en esta
ocasión, la garra, se asemeja más a la mano huesuda del usurero. Pero nos corta
y desgarra en modo similar. En realidad, creo que ha día de hoy solo nos a
tanteado.
No soy un fan de nuestra clase política ¿Cómo serlo? Pero la
postura conjuntamente adoptada por
gobierno y oposición, Rajoy y Rubalcaba, aquella por la cual se pretende
reflotar a la banca española con el dinero que proceda de nuestro “rescate
europeo”, no solo es la mejor, es la única posible. Todo lo demás es retórica.
Contamos con las bendiciones de Obama y Hollande pero La
Gran Osa Teutona, La Valkiria fondona nos dice
NO.
Pero…¿Cuál es la respuesta que nos llega desde la isla de Su
Graciosa Majestad?: ninguna, mutismo total. Ósea, una reedición de la falta de
reflejos made in UK. en lo que se refiere a la correcta valoración de la
amenaza alemana.
Y es que no aprendemos ni a puñetazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario