sábado, 2 de junio de 2012

Lo que queda del día o la falta de reflejos británica


“Lo que queda del día” (The Remains of the Day), película dirigida en 1993 por James Ivory incluye el que posiblemente haya sido el mejor trabajo de un Anthony Hopkins, magistralmente arropado, eso si, por una genial Emma Thompson. Se que apostar por cual ha sido la mejor interpretación de Mr. Hopkins es sumamente arriesgado dado que estamos hablando de un actor que, aún haciendo un secundario ridículo (por ejemplo, el que hace en la película del superhéroe Thor, interpretando a Odín), está enorme. 



 
Pero lo que me interesa comentar hoy es el trasfondo político que da consistencia al guión. En la cinta, el mayordomo Stevens (Anthony Hopkins), sirve a un Lord Inglés que, al igual que el resto de la aristocracia británica, flirteaba con la alemania nazi antes de que se desatara el conflicto bélico. Sin duda esa nefasta influencia ejercida desde las alturas, anestesió al resto del país. Hablamos de una ceguera sobre la verdadera magnitud que el peligro nazi representaba, la cual les condujo a una reacción tardía que pronto tendrían que lamentar. Pasear por Londres, aún hoy en día, es un constante topar con testimonios de los impactos de las V2.
Pero la historia es cabezona. Tiende a repetirse del mismo modo en que los seres humanos insistimos en no aprender las lecciones del pasado.
Y es que ahora, de nuevo, el oso alemán ha extendido su garra sobre Europa. No es una garra de uñas afiladas como entonces. No, en esta ocasión, la garra, se asemeja más a la mano huesuda del usurero. Pero nos corta y desgarra en modo similar. En realidad, creo que ha día de hoy solo nos a tanteado.
No soy un fan de nuestra clase política ¿Cómo serlo? Pero la postura conjuntamente adoptada por  gobierno y oposición, Rajoy y Rubalcaba, aquella por la cual se pretende reflotar a la banca española con el dinero que proceda de nuestro “rescate europeo”, no solo es la mejor, es la única posible. Todo lo demás es retórica.
Contamos con las bendiciones de Obama y Hollande pero La Gran Osa Teutona, La Valkiria fondona nos dice NO.
Pero…¿Cuál es la respuesta que nos llega desde la isla de Su Graciosa Majestad?: ninguna, mutismo total. Ósea, una reedición de la falta de reflejos made in UK. en lo que se refiere a la correcta valoración de la amenaza alemana.
Y es que no aprendemos ni a puñetazos.






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